Hablar??? para qué, os haceis entender perfectamente, aprendeis la manera de que os entendamos lo que os interesa pero con una soltura increible, por ejemplo:Los pájaros se te llevaban la comida y a ti te llevaban los demonios, salias corriendo detrás de cada urraca que osaba llevarse como botín una de tus apetitosísimas croquetas de pienso, cuando estabas en casa, pues como loca al cristal ladrando de tal manera, que los pájaros se espantaban igual. Nosotros aprovechamos esta aversión pajaril tuya, para utilizarte de eficiente espantapájaros, ellos insistían en que ningún año probaramos la fruta del jardín, cada vez que veíamos uno en estos trabajitos manuales, al grito de: LAIA PAJARO, salías como un miura a por ellos, pero solo funcionaba si te lo mandabamos, si estabas tu sola repanchingada en el jardín , ya se podían comer el manzano entero, que mientras no tocaran tu pienso...
Para salir a la calle, cuando tu reloj interior te decía que era hora de salir, me abrías de par en par la puerta de la habitación donde guardaba tu correa, vamos, que para pasar a la cocina nos dabamos con la puerta en la narices, como para no darnos por aludidos... te decíamos, que quiere la Lalli? y mirabas la correa y la puerta respectivamente.Para salir al jardín a garbear y ladrar a la luna(tu deporte favorito), lo mismo, te plantabas delante de la tele y mirabas hacia el jardín insistentemente, pero cuando digo insistentemente, es insistentemente en el sentido más amplio de la palabra, te decíamos: que bonita estás Laia ahi plantada tapando toda la pantalla, eres preciosa y eso te ponía de los nervios, imagino que dirias: esta gente es tonta, no me entienden... Luego salías un minuto y ya estabas en la puerta dando tu ladrido timbre característico para que te abrieramos, si haciamos oidos sordos, ya te encargabas tu de amplificar el sonido del timbre acompañándolo de un golpetazo bestial contra el cristal y claro... Pues ibas a abrir de inmediato y a echar la bronca de cada vez, por arañar el cristal y dejar tus huellas dactilares de barro estampadas en él.
El jamón, tu perdición, cuando te daba el antojo del jamón, con esto si que nos mondábamos, por que con este tema desplegabas todas tus armas de seducción para hacerte entender de maravilla, te decíamos cada vez: Que quiere la Lalli y saltabas primero hacia al jamón y luego hacia la panera, por que mi niña comía su jamón acompañado, si colaba, con su pan, la gente que lo veía se quedaba alucinada, nadie te enseñó a hacer esto, tú te encargaste de aprenderlo sola, pues viste que el tema merecía la pena.
Lo mismo con tus chuches, sabías donde las guardábamos y nos llevabas allí, abríamos la puerta del armario y señalabas con el hocico la caja de las chuches, entonces si, hacias, SIT, PLAS y dabas la voltereta y el triple salto mortal si era necesario.
Yo creo que no les hace falta hablar, les va muy bien así... además si hablaran... nos iban a decir cuatro cosas bien dichas a más de uno, no creeis??
1 comentario:
qué si que lo creo tambien !!!jejejejejejeje !!!
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