Ya han pasado dos semanas, sigo echándote de menos como el primer día, hay momentos que pienso que me voy a volver loca con tanto dolor, dos semanas llorándote cada día, echándote de menos, cada vez más. Dando otra cara al mundo, la que ellos quieren, la de todo es maravilloso y estoy perfecta, un poco para no producir más dolor y un mucho para que no pregunten, para que no ahonden en mi herida, para que no me pongan cara de compasión o de incomprensión, para que no se vean obligados a animarme cambiándome de tema, aunque la mayoría lo ignora, no lo menciona, tal vez incluso se olvidaran o simplemente les incomoda hablar del dolor de alguien por algo tan "pequeño". Yo lo agradezco, estoy harta de escuchar siempre lo mismo, mejor así, que lo olviden, para recordarte ya estoy yo, siempre estaré yo.
Te llevo conmigo siempre, hablo contigo... Y qué, se que tu también te has llevado un trozo de mi, ese que me falta y que no deja de sangrar, será una herida de guerra que luciré siempre orgullosa
Era consciente de que te quería y mucho, teníamos un vínculo mucho más fuerte de lo que yo pensaba, tan fuerte, que ni la muerte, esa sombra que se cree que ha ganado, ni la muerte ha conseguido siquiera rasgarlo un milímetro, ese vínculo es tan fuerte, que en los momentos más negros quiero dejarlo todo e irme contigo, contigo, siempre contigo... Pero no puede ser, no tengo más remedio que seguir viviendo sin tí, aquí queda mucha gente a la que tú adorabas y tengo que seguir luchando, desarmada ya, para que la gente que tu querías este bien.
Te fuiste tan pronto, tan rápido... Me prometieron al menos seis meses más, yo como una tonta me agarré a ese tiempo, cuantas cosas podría aún compartir contigo... Y te llevaba cada semana contra tu voluntad, en busca del elixir mágico que nos estaba regalando ese tiempo para las dos, pero no existe elixir mágico que rompa lo que está escrito, solo tuvimos un mes... Me queda el consuelo de haber exprimido ese mes contigo al máximo, grabando en mi retina y en mi alma, cada mirada tuya, cada saludo, cada gesto, cada imagen... Lo tengo todo mi alma y cada noche antes de dormir, lo dejo salir un rato buscando un poco de paz
No he sido realmente consciente de las dimensiones de mi amor, de la necesidad que tengo de ti hasta ahora, pensaba que más bien era al contrario, que tú me necesitas a mi en todo momento, que ingenua he sido, ya ves, miramé, hecha un trapo, rota, aquí refugiada llorando de añoranza, de rabia y de puro egoísmo, pués te has ido tan pronto y yo te necesito tanto...
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