Cuando fuimos al refugio a llevar las cosas de Laia allí, estuvimos viendo y sobando a todos y cada uno de los perritos. Curiosamente, en vez de tirarse a un cachorro, que los habia y muy lindos, mi hija se enamoro de una perrita de dos años, no era la más guapa, ni la más joven... en fin, se enamoró de Mara... Han pasado los días y anoche mientras cenaba, me dijo que cuando sea mayor y no mandemos sobre ella(según sus calculos 8 o 12 años) volverá a por Mara
Bendita inocencia
martes, 17 de junio de 2008
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