lunes, 24 de mayo de 2010

2 AÑOS SIN TU SONRISA














































Pues sí, el tiempo pasa sin pedir permiso por nuestras vidas, como un elefante en una chatarrería y ya me faltas dos años.
Dos años añorando tantas cosas que compartía contigo... De acuerdo, tengo a la pequeña Jara que con sus diabluras hace mi vida más sencilla, la llevo a todas partes, me encanta, se que dirán la loca esta que va con el chucho siempre, pero me da igual, yo soy feliz así... Tal vez esta ansia mia de compartir con Jara mi vida al máximo, es solo el deseo insatisfecho de no haberlo hecho contigo, no al menos todo lo que me hubiera gustado, demasiado cortos esos ocho años que compartimos, demasiada dura y temprana tu partida, sin esperarla...

Echo de menos tantas cosas tuyas, te tengo en la boca tantas veces, me encanta recordar cosas tuyas, es como acercarme un momento a tí, hace tanto que no me visitas en sueños... como aquella noche que soñé, soñé y volví a revivir el tacto de tu pelo, el calor de tus abrazos, tu cara sonriente corriendo hacia mi con tu trote a lo galgo. Al despertar me sentí reconfortada, mi cicatriz algo más seca, aquel sueño me hizo sentir lo feliz que fuiste, que la vida sigue para mi, que el elefante del tiempo sigue pasando y tengo que estar ahí para ser feliz con mi vida, aunque sea sin mi Laia al lado, mi rubia bonita, la más bonita...

Hay días que no me siento en el mejor momento y Jara con alguna de sus payasadas lindas, me arranca una sonrisa y siento tu morro empujándome y dándome aliento como tantas veces, me levanto, agarro al elefante por la cola, sonrio y sigo adelante

He tenido la gran suerte de tenerte en mi vida esos ocho años y cuanto he aprendido de ti y aunque parezca extraño, sigo aprendiendo, comprendiendo cosas que entonces pasé por alto. Tus ojos color miel, perezosos en el porche como dejando pasar la vida, conocían el secreto que tantos buscan.

Se feliz allí donde estes y acuerdate de darme un espellón cariñoso por detrás cada vez que olvide de lo importante y gracias, gracias por ser como fuiste y regalarnos tanto de ti conformándote con tan poco.
GRACIAS MI RUBIA


















Mi estrella Laia, nunca dejes de lucir en mi corazón

viernes, 21 de mayo de 2010

JARA: EL GUERRERO


Aquí tenemos a Jara, casi un año paseándose insolente por tus dominios, esta hecha toda una hembrita ya.

Ayer me reí mucho con ella, tiene obsesión de psicólogo con los pájaros, obsesión digase de paso, patrocinada por una servidora, tengo que reconocerlo, como me encantaba contigo eso de :-Laia pájaro- y que salieras como un miura a espantar a los intrusos que me picaban la verdura de la huerta, pues también se lo enseñé a Jara en su más tierna infancia

Y ahora, es horroroso, esta cegada con todo lo que tiene alas, saltamontes, mariposas y los dichosos pájaros que la traen por la calle de la amargura. La debo tener a la pobre confundida, le dí su título heredado de ti de espantadora oficial de pájaros y lo lleva muy a pecho y eso de que la regañe ahora intentando moderarla, intentando darle a entender que esta sobreactuando, pués no le cabe en su linda cabecita con lazo

Ladra y ladra sin parar cuando los hay por el jardín, su reino, ladra hasta quedarse a veces ronca y no atiende a nada ni a nadie, está totalmente absorta en su deber, y cuando no los hay se disloca el cuello buscando de acá para allá mirando para los árboles.

Al grano, que ayer venía a casa muy estirada, con ese andar sobrao como a saltitos bailarines que tienen a veces los perros, venía que no cabía por la puerta con una pluma de paloma en la boca, se sentó a gruñirla, a darle muerte a la pobre pluma como si se tratara del pájaro entero, venga menearla gruñendo, pensaría ella, por fin he cazado uno de esos con alas que osa venir a MI JARDIN.