viernes, 6 de junio de 2008

EL AGUA:SUS GOZOS Y SOMBRAS


Ayer cuando volvíamos del cole andando, me fijé en los charcos que aún quedan de las últimas lluvias, están ya con verdín y asquerosos, entonces me he acordado de ti automáticamente, huías de la manguera como de la peste, no sea que te tocara bañarte y claro, a veces tocaba, llenábamos el porche de cubos de agua calentita y a la tarea, bañarte a ti,era bañarnos todos, pero te quedabas de un guapetón y de un esponjoso, eso que te lavaba sin suavizante...
Odiabas la palabra bañera, a veces te haciamos de rabiar y te decíamos, vente con la niña a la bañera y salias corriendo, nos hacía mucha gracia, pero eso si, charco que veías, cuanto más asqueroso mejor, ahí te metías una y otra vez a toda velocidad, para que no te pillaramos y ya podías apartarte si noquerías acabar oliendo a lodo, menos mal que tenías un pelo autolimpiable, si era curioso lo de tu pelo, ten blanquita, la gente se creía que andaba todo el día acicalándote y no, te ponías de barro hasta las orejas, llegabas a casa, eso si, la casa hecha un asco, pero tu preciosa como siempre, es como si tu pelo escupiera el barro y demás cochinadas.

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