Muchas gracias Kiwui, gracias por haber metido en mi vida a la galguita sobre todo, también como no, a nuestro morito.
En un momento tan bajo como el que estoy pasando, el moverme, hablar con gente, mandar email, estar pendientes para intentar que estos perros tuvieran una segunda oportunidad, me ha dado alas y me ayudó infinitamente.
No sabes la alegría tan inmensa que me diste bajando aquella tarde al bajar al locutorio para darme la gran noticia, de que si, que lo habiamos conseguido, que estos perros iban a tener la oportunidad de conseguir al fin una vida como la que se merecen, como la que Laia y yo compartimos... Quien sabe, ya falta menos, para que estos dos peludillos den lecciones de amor por ahí a su nueva familia, yo ya he recibido de ellos una gran lección, de las verdaderemente importantes en la vida, también a ellos les debo mucho.
NO ME CANSARE DE DAR LAS GRACIAS POR ELLO
martes, 10 de junio de 2008
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