16-4-08
Es de noche, no puedo dormir, tengo una angustia que me ahoga, piense lo que piense nada me consuela, quiero a mi perra más de lo que yo misma pensaba, no puedo creer que tenga un linfoma
Decidimos ayer comenzar con la quimio, la perra ha pasado el día supertranquila, mi marido lo lleva mejor, es de otra manera, pero yo... El día más o menos, pero las noches... Son una pesadilla, alerta de cualquier ruido, por si le pasa algo, pensando y pensando, en lo que hemos decidido, en lo largo que será o no el camino, en mi madre que también lo esta pasando mal, en mi hija... Como lo va a asimilar, yo la voy preparando despacito, tiene siete años y para ella Laia es uno más de casa, alguien que ya estaba aquí cuando ella nació, alguien que apoyaba su cabeza en mi tripa cuando aun no estaba aquí... Pensar, pensar, pensar, me dicen: no lo pienses... Como??? yo no tengo un interruptor.
No sé cuanto tiempo vamos a poder aguantarlo, ni económicamente, ni mucho menos psíquicamente, tampoco te dicen que vaya a durar más, los veterinarios si, decían que se le podía alargar la vida hasta 2 años y yo dije pues mira que bien, pero la oncóloga ayer decía que nos conformábamos con que lo que le quedara viviera bien y que si de paso vivía algo más, pues estupendo... Mi marido y yo nos miramos y pensábamos lo mismo, entonces vaya una leche de quimio, yo no me quiero conformar...
Estoy contenta con la decisión que he tomado, nos costó tomarla, nos ganó el amor, o el egoísmo, no lo tengo del todo claro, o ambos, pero como os he dicho, no sé cuanto podremos aguantarlo, veremos como va el mes y de nuevo a decidir
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