miércoles, 2 de julio de 2008

FIJACION CON LAS AVISPAS

No sabemos de donde te vino esa manía con las avispas, avispa que veías a por ella, salías de caza al instante y claro, este deporte de cazar estos animalitos con la boca era un pelín deporte de riesgo. Siempre que te veíamos te regañabamos por que ya sabiamos lo que pasaba.



Cuantas veces tuvimos que salir corriendo a urgencias y siempre, puñetera, en domigo o fuera de horario normal, osea que en la consulta nos cobraban, urgencia, festivo y todo lo cobrable...



Recuerdo una vez que regresamos a casa y entraste como siempre del jardín a saludarnos, te sientas, me quedo mirándote y digo:- Ya esta la perra con sus guarrerías-(y esque de vez en cuando nos obsequiabas con cualquier asquerosidad encontrada en el jardín, hasta una tortuga putrefacta )



Y yo: Venga, Laia, que tienes ahí, dame esa guarrada y tu que nada, con tu bola en la boca... entonces pensé que era una pelota de tenis de la niña que tambien eras aficionada a robar de vez en cuando y yo otra vez al ataque:Laia, dame la pelota... Y tu que nones, te abro la boca estilo Angel Cristo y magia... Tenías la boca vacia... cogimos el coche y salimos corriendo... esta vez nos dijo el veterinario que era procesionaria, para mi que era una avispa, te tuvieron que poner una vía y medicación unos días, mi hija asustadita perdida.



Ya ves, los deportes de riesgo que nos costaban caros a ambas

1 comentario:

Juan Antonio dijo...

Ja ja ja me recuerda mucho esta historia a mi perro Lucas el también es muy cabezón y se vuelve loco por todo lo que vuela un saludo