jueves, 26 de mayo de 2011

OPERACION SAPITO













Hoy hemos tenido una de mis aventuritas, volviendo del paseo con Jara, he visto que los charcos que vimos con renacuajos de sapos hace días, uno estaba bien, pero el otro estaba ya que los pobres renacuajos no se podían ni mover, casi no había agua .




Y ahí que he estado yo todo el día run run con la neura de los sapos, por la tarde se lo he comentado a Celia, hacia un calor de justicia y me daba pena pensar en los renacuajos agonizantes, asi es que como dos niñas, allá que hemos ido con nuestros cubos a tomar por saco a poner en marcha la OPERACION SAPITO.

Hemos llegado y si, efectivamente, estaban ya agónicos, algunos se los querían llevar ya las hormigas, pues no hemos dejado que las hormigas comieran hoy sapo, hemos cogido los que hemos podido y los hemos trasladado a un charco grandote que había más agua, estábamos de ver las dos llenas de barro hasta las orejas cogiendo renacuajos sin parar, luego a los que quedaban, les hemos traido agua del río que estaba cerca, venga cubos, no se la de viajes que hemos dado.


Pero cuando hemos acabado, nos hemos quedado satisfechas, creo que casi no ha habido bajas, espero que llueva y se les llene el charco otra vez hasta que puedan hacer su metamorfosis

Iba yo pensando que qué chorrada lo que habíamos hecho y no, pensándolo en plano educativo, le he dado a la niña una clase práctica de conocimiento del medio, donde ha podido obsevar todas las fases de la metamorfosis y por otro lado, se ha dado cuenta de la importancia del agua, la cantidad de agua que gastamos para lavarnos las manos, por ejemplo, ha significado la diferencia para estos proyectos de sapo, entre la vida y la muerte... no ha estado mal eh??? y todo de un plumazo.

1 comentario:

Vole dijo...

Y un verano con menos mosquitos, gracias a que se los coman los sapitos. Si es que por propio egoismo, nos conviene cuidar la naturaleza.