HIPNOSIS PARA MI DOLOR DE CABEZA

Estuve más de un año que ni me acordaba del dolor de cabeza, lo llevaba controlado con el aquafitnes, me iba muy bien, estaba muy contenta, pero un día eso sin saber la causa, dejó de funcionar.

La cosa cada vez iba a peor, las crisis cada vez duraban más, la última casi rozó los dos meses sin dar tregua, gracias a que yo soy de buen dormir, tenía esa islita para escapar un poco del dolor: mi sueño, pero al poner el pie en el suelo cada mañana, ahí estaba dándome los buenos días, estaba desesperada, pues los medicamentos me ayudaban poco o nada, ni el oxígeno, ni las inyecciones... nada

Me hablaron de que venía a España por pocos días, una persona que me podía ayudar con este problemilla mediante la hipnosis, no me lo pensé dos veces, no tenía nada que perder y mucho, muchísimo que ganar.

La espera se hizo larga, pero al fin llegó el día, Laura estaba ya en España y por fin ibamos a poner manos a la obra, ayer fue mi primer día, me preocupaba que no consiguiera relajarme y no pudiera hacer nada conmigo, pero mira, no, todo fue bien, es más, me dijo que entraba muy bien en la hipnosis.

No pierdes en ningún momento la conciencia, oyes todo, sientes todo, recuerdas todo, solo es tu cuerpo el que por lo visto se duerme, tu solo te dejas guiar por su voz y notas que tu cuerpo se hace cada vez más pesado, como si te hundieras en el colchón en el que estás tumbada, no notas nada extraño y la verdad es que la experiencia es mucho más normal de lo que uno se puede imaginar cuando le dicen la palabra HIPNOSIS

Te va repitiendo mensajes que por lo visto tu mente graba y aunque a ti no te lo parezca, parece ser que en ese estado, tu mente sabe muy bien como manejar esos mensajes. El caso es que mientras tu mente "escucha", mientras tu mente trabaja, tu te vas sintiendo cada vez mejor, relajada, en paz por fin.

Se siente uno tan bien durante estos cortisísimos quince minutos, que cuando la terapeuta te invita a salir de esa especie de burbuja en la que te encuentras en el paraiso, aunque tu mente sabe que tienes que levantarte y salir, no te mueves, como que tu cuerpo intenta alargar un poquito la experiencia, como cuando le pedías a mamá que te dejara cinco minutitos más en la cama

De nuevo estas en la realidad, pero te llevas un poquito de aquello contigo, en forma de bienestar, de esa paz, de ese agradable sopor y se queda contigo mientras estas en casa bostezando sin parar y sin otra idea en la cabeza de tumbarte y recrearte en ese estado.

Esta mañana me he levantado descansada de verdad, he dormido como pocas veces se logra ya dormir, no es dormir, es sentirse descansado, como cuando eres niño.

Confió en que esto funcione y acabe con estos dolores de cabeza, que se empeñan en estar a mi lado cada vez más a menudo y que amenazan con quedarse, pero ya solo con lo bien que me sentí ayer y lo bien que tengo el cuerpo hoy, ya con eso me daría por satisfecha

Experiencia totalmente recomendada.