sábado, 23 de mayo de 2009


Como me estoy acordando de ti estos días y es que los humanos somos muy, pero que muy tontos con las fechas, nos gusta recordarlas aunque sea para martirizarnos.


Oigo los cohetes de las fiestas, que malita estabas ya el año pasado, pero este año ya no te asustan, estoy intentando que esa fecha fatidica que me quedé sin tu callada compañía y sin tu amor, sin tus mimos... amenaza con llegar e intento que no me exclavice ni me haga sufrir más de la cuenta, cada vez que me viene un recuerdo que duele, le doy la vuelta, respiro, sonrió y lleno mi alma con una imagen tuya feliz: corriendo por el campo con esa sonrisa tuya que llevabas, porque los galgos, no son los únicos perros que sonrien... o esa imagen tan graciosa tuya y que tanto comentamos, cuando te sacabamos la cama del salón y venías tú a continuación arrastrándola hasta el que tu creías su lugar, o aquella tostada con aceite, ajo y pimentón, desaparecida misteriosamente, ese girar y girar persiguiendote el rabo o los enfados y regañinas como una madre a sus hijos trasnochadores, cuando volvíamos más tarde de lo previsto... eres tan especial, que no dejaré que el día 26 la tristeza nuble ni un ápice el personaje que fuiste y la alegría que nos diste.


GRACIA LAIA

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