Pues el otro día me acordé mucho de ti, cuando no? , había caido una buena nevada y me acordaba de lo mucho que disfrutabas en la nieve...
Fui con Celia a que se tirara un rato con el trineo y allí estaba el perrillo, gozándola comiendo nieve, como hacias tú. Me preguntaron por ti y les conté, les conté por primera vez a alguien sin que me diera un vuelco el corazón...
El perrillo empezó a tirarme de la manga hasta conseguir sacarme un guante, yo me reía y di por perdido el trofeo al verle con que saña lo protegía entre sus dientes sorprendentemente blancos, su dueña intentaba rescatar a mi guante rehen ofreciendole a cambio el suyo, pero no había trato, el tío la estaba gozando y cuando le dio la gana, nos lo dió estaba intacto, algo babeado eso si, pero nada que no pudiera arreglar una pasadita por la lavadora
Me gustó volver a ver a tu amigo
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