DIIA EXTRA DE VACACIONES

Que pena nos ha dado no haber podido volver al cole hoy, con las ganas que teniamos... anda ya, viva la nieve hasta la cintura, nos hemos vuelto a la cama, hemos desayunado, también en la cama y a la carga

Embutidas las niñas en la ropa de nieve, yo a la vieja usanza con el pijama debajo del pantalón de pana, yo no tengo esos lujos de pre ski ni pos ski, yo tengo pre nieve cuando voy sequita y pos nieve, cuando vuelvo roja, agotada y empapada hasta las bragas. Armadas con sendos trineos, iniciamos nuestra aventura por la Antártida en la que se ha convertido la urbanización, por la carretera que usamos siempre para salir de la urba, deslizamos nuestros trineos, en uno va la pequeña Raquel agarrada con ansia a los frenos y haciendo sudar tinta a su hermana Laura que tira de él, en el otro van los treinta kilos de niña que tengo más dos y medio de mi perra Jara, van las dos como unas señoras, yo pensaba que la perra se tiraria del trineo de cabeza, pero iba sentadita tan chula ahi ella, sin ninguna intención de mojarse ni una uña en la nieve.

Hemos llegado a la pista de las bicis, sus subidas y bajadas nos harán las veces de las montañas de la mismisima Navacerrada, cuesta para arriba, cuesta para abajo, yo sudando empujando niñas incansables por las cuestas, la perra pasándolo pipa, que se ha apuntado a esto de tirarse montaña abajo en el trineo, se sienta ella muy ufana delante de celia y se deja hacer sin intentar moverse, nadie la está obligando, por lo cual nos damos cuenta de que le encanta la experiencia y además en el trineo no se moja las patitas.

Una vez agotados todos los cartuchos, los de las niñas, los mios y hasta los de la perra, volvemos de igual modo, a casita a descansar