Yo no sé si seré la única que cada vez que el perrito da rienda suelta a su tripita, anda peleándose con la puñetera bolsita que muy amablemente pone a nuestra disposición el ayuntamiento.
Tengo que ser de ver, yo ahi probando una y otra vez y el plastiquito que no cede, como si tuviera una clave secreta o mucho peor aún, será que tiene un cierre de esos de seguridad para niños, como las botellas de lejía, que desde luego los niños no lo abren y los adultos a duras penas.
Me quito los guantes, aquí en la sierra hace un frío que pela, pero ya se sabe, gato con guantes no caza ratones, la perra tirando con la correa extensible por que ha dado por zanjado el tema, yo tirando a la contra, con los dedos ya agarrotados del frío, y mirando de reojo la linda kk que no deja de emanar su aroma, para no perder de vista esta kk mini entre los hierbajos y ramitas del parque, no sea que al final recoja una que no me pertenece, por que no se si será por la dificultad, pero la gente no usan las bolsitas y deja allí los trofeos, incluso hay quien se molesta en recogerlo y después lo deja tirado por él suelo... nunca entenderé al género húmano, en fin, parece que me estoy desviando del tema principal: VOLVAMOS A LA BOLSA
Por fin después de no se cuantos intentos lo consigo, miro a mi alrededor por si he tenido espectadores que estarían partidos de la risa, no tan solo por vergüenza , si no también por que me dan ganas de levantar bolsita y contenido estilo torero y dar la vuelta al ruedo si se tercia.
Me dirijo triunfante a la basurita puesta para este fin, que dicho de paso también tiene tela, que más que una basura parece un buzón, por que hacen la abertura tan pequeña? les gusta ponerlo dificil a los sufridas personas que compartimos la vida con nuestro perro.
Pero conmigo no pueden, ya encontré la solución, un día en que la cosa se complicaba demasiado, mordí a la desesperada un trozo de la bolsa por donde se supone tiene la abertura y funcionó, ahora preparo todas las bolsitas con su cortecito en medio y ya atino a la primera
Ante las dificultades, no queda otra, imaginación al poder, colegas con perro, que no os gane la bolsa.