Hoy ha nevado y recordaba lo mucho que te gustaba revolcarte en la nieve estilo croqueta, comértela, correr sobre ella... era lo único más blanco que tú.
Entonces viendo la nevada que estaba cayendo, me preparé a disfrutar de Jara viéndola también disfrutar de la primera nieve que le caía a esta salchichita de ocho meses que tenemos ahora en casa.
Le abrí la puerta del jardín, pero pisaba el porche nevado como si no fuera con ella la cosa, como si nada cambiara su paisaje matutino en la búsqueda de pajarillos a los que asustar, tal vez algún puñadito más de temblores al notar el hielo en sus patas pero nada más. Cogí a Jarita en brazos y arrime a su boquilla peluda un puñado de esa primera nieve caida este invierno, pero nada, no te gustaba el tema, se limitó a olisquear un poco aquel suelo blanco sin mucha más efusividad.
Esperaremos a la próxima.
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