Cuento tiempo sin escribir, es que me da cosa, siento que con la llegada de Jara como que te dejara de lado a ti, no se, parece que he convertido tu blog en el blog de Jara, es una sensación rara y más de una vez que me he dicho de ponerme a escribir, finalmente no lo he hecho.
Ha pasado ya el verano, un verano vivido a tope, ahora que voy saliendo del bache, quise disfrutar y lo he hecho, de mi familia, con la Jarita recién llegada a ella, haciendonos reir muchísimo con su gracioso andar y sus cosillas de cachorra estupenda. Ha sido un verano intenso, intensísimo, comenzó aquella noche de S.Juan, en la hoguera y terminó soplando las velas de una tarta que lucía 40 primaveras, comienzo y final pidiendo deseos al fuego.
Que diferentes y que iguales a veces sois las dos, ella tan pequeña, tú tan grandota... el tamaño juega a su favor la mayoría de las veces, tú quedabas aquí en casa mucho más, esta enana se viene a todas partes, hasta en algunas tiendas la meto metida en su bolso, siento que pude vivir mucho más contigo y la vida no nos dejó, por eso con Jara aprovecho el tiempo juntas a tope, no pienso en el mañana, pienso en disfrutar del día que se me ofrece cada vez que abro los ojos, como si fuera el último y soy más feliz así.
El tamaño también le permitió venir con nosotros de vacaciones, encontramos un hotel donde la admitían y allá que fuimos con nuestra Jarita, esa espinita tengo clavada tambiçen de mi vida contigo, me hubiera encantado ver una de tus estupendas carreras de atleta, estilo galgo, por una playa y verte chapotear por la orilla como he visto a Jara, como ves te tengo muy presente, quiero con locura a mi perrita, pero tu también lo sigues siendo y sigues en mi corazón, muy cerquita de mi cada día.
Veo con tristeza en el jardín que tu romero, tan bonito siempre, se ha muerto definitivamente y me niego de momento a arrancarlo como tendré que hacer, era un recuerdo que tenía tuyo y me da pena no haber podido hacer nada para conservarlo.
Como ves, estoy un poco tocada, el otoño dicen... se caen las hojas y la alegría del verano se difumina en ese manto de hojas que se va formando en el suelo... quizás no era el momento de sacar mi alma a pasear entre estas letras...